ORACIONES OPTATIVAS PARA ACOMPAÑAR DURANTE LA CUARESMA LOS PASOS DE LOS YA BAUTIZADOS QUE SE PREPARAN PARA LA COMUNIÓN EUCARÍSTICA
El RICA es el ritual modélico de iniciación. Con las respectivas adaptaciones se aplicarán a niños, adolescentes y adultos que serán iniciados.
Ahora bien, lo más habitual entre nosotros es la iniciación cristiana de párvulos, bautizados en su primera infancia, y aceptados a la mesa eucarística luego de un camino de catequesis.
Los textos que ahora se proponen pueden usarse en dos circunstancias.
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Si hay catecúmenos, candidatos a la iniciación cristiana completa en la Pascua (bautismo-confirmación-eucaristía), se puede también acompañar con oraciones a los ya bautizados que serán admitidos a la Eucaristía. En este caso – aunque sea en la misma celebración – hay que separar los ritos con los candidatos o competentes para la iniciación completa y los ya bautizados, porque la Iglesia reconoce la realidad del bautismo. Primero se hace el rito correspondiente a los ‘candidatos’ o ‘competentes’ y luego a los bautizados que culminarán su iniciación con la Comunión Sacramental. Es conveniente que los cuadernos para inscribir los nombres sean distintos para unos y para otros.
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También si no hay candidatos a los tres sacramentos de la Iniciación Cristiana, es conveniente durante la Cuaresma acompañar con ritos y oraciones a los bautizados que se preparan a la Primera Comunión durante el Tiempo Pascual.
Rito de la elección o inscripción del nombre de los bautizados que se preparan para la comunión eucarística
1. Este rito está indicado para ser realizado en el primer domingo de Cuaresma o en el segundo.
Si parece conveniente puede realizarse fuera de la Misa en las primeras semanas de Cuaresma, pero cuídese de todas formas, que esto no vaya en desmedro de la participación en la Misa Dominical, centro de la vida de la Iglesia y en la que confluye toda la iniciación.
2. En él se manifiesta la voluntad de estos bautizados de ir al encuentro pleno con Jesucristo en la Eucaristía, y la elección que hace la Iglesia de llevarlos a la mesa del altar, para entregarles el cuerpo de Cristo.
3. En la medida de lo posible, a la expresión de los bautizados que darán un nuevo paso, y a la de la Iglesia que elige por boca del obispo o de los sacerdotes, únase la expresión de apoyo de padres, padrinos o catequistas.
4. Ayúdese a que la expresión sea la de una fe iluminada y una voluntad deliberada, de acuerdo con la edad. Sin embargo no deje de manifestarse que el origen de todo está en la elección gratuita de Dios y que sobre todo se confía en la acción de la gracia del Espíritu Santo.
TEXTOS.
1. Acabada la homilía (si no hay catecúmenos, si no, después de elección de éstos, según el RICA), el sacerdote que esté al frente de la iniciación de los catecúmenos, o un diácono o catequista o el delegado de la comunidad, presenta a los bautizados que serán elegidos y cuyos nombres serán inscritos para la primera comunión.
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Reverendo Padre, próximas ya las solemnidades pascuales, los cristianos bautizados aquí presentes, confiados en la gracia divina y ayudados con las oraciones y el ejemplo de la comunidad, piden les admitan a participar en la Sagrada Comunión del Cuerpo de Cristo..
El celebrante responde:
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Acérquense los que han de ser elegidos, (se puede indicar de que sean acompañados por sus padres, o padrinos, o por los catequistas)
Entonces se les va llamando a todos por su nombre, (y cada uno con su padrino, madrina, padre o familiar o catequista) se adelanta y se queda de pie ante el celebrante. Si fueran muy numerosos, hágase la presentación de todos a la vez, v.gr., cada catequista presente a su grupo.
También puede hacerse este llamado sin decir los nombres, que se dirán al final de la elección, para no repetir dos veces la lista.
2. Si parececonveniente el celebrante puede preguntar a los catequistas si los niños están preparados, con estas u otras palabras:
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La santa Iglesia de Dios desea ahora asegurarse de que estos bautizados han sido hallados idóneos para acercarse a la comunión con el Cuerpo de Cristo en las próximas fiestas pascuales.
Y volviéndose hacia los catequistas:
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Por eso les ruego a ustedes, [padrinos (y madrinas) catequistas], que den su testimonio: ¿ellos han escuchado fielmente la palabra de Dios anunciada por la Iglesia y han recorrido el camino de la catequesis?
Catequistas:
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Sí, la han escuchado fielmente.
Celebrante:
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¿Han comenzado a caminar ante Dios, guardando la palabra recibida?
Cat:
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Sí, han comenzado.
Celebrante:
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¿Están unidos fraternalmente a la comunidad, y han tomado parte en sus oraciones?
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Sí, están unidos.
Interrogatorio de los candidatos y petición de éstos
146. Entonces el celebrante, mirando a los catecúmenos, los exhorta e interroga con estas o parecidas palabras:
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Ahora os hablo a vosotros, queridos bautizados, sus padres y padrinos, sus catequistas y los sacerdotes los han ido acercando al conocimiento de Cristo, al amor a Dios y a los hermanos, para que puedan recibir con fe el Cuerpo Santísimo de Nuestro Señor Jesucristo. Ahora pues, les toca a vosotros, manifestar su voluntad.
¿Quieren recorrer el camino de la Cuaresma y de la Pascua para llegar bien preparados a la Primera Comunión?
Catecúmenos:
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Sí, queremos.
Celebrante:
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Digan, pues, sus nombre.
Entonces los candidatos acercándose al celebrante con sus padrinos, o permaneciendo en su puesto, dicen su nombre; su inscripción se puede hacer de diversos modos. Puede escribirlo cada candidato, o una vez pronunciado con claridad, lo puede escribir el padrino o el sacerdote. Pero si los candidatos son muy numerosos, se le puede entregar la lista de los nombres al celebrante, con estas o parecidas palabras:
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Éstos son los nombres de los postulantes.
Mientras se inscriben los nombres, se puede cantar algo apropiado, v.gr., el Salmo 15.
Admisión o elección
147. Acabada la inscripción de los nombres, el celebrante, después de explicar brevemente a los asistentes el significado del rito celebrado, se vuelve a los candidatos diciéndoles estas o parecidas palabras:
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N. y N., (Queridos hijos) ustedes han sido elegidos para recibir la Sagrada Comunión en el Tiempo Pascual ( o en el X Domingo de Pascua).
Catecúmenos:
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Demos gracias a Dios.
El celebrante prosigue:
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Ahora, por tanto, su deber es, como el de todos nosotros, que, ayudados por la divina gracia, ofrezcan a Dios, que es fiel a su llamamiento, su fidelidad y que se esforcéis con todo entusiasmo en llegar a la plena verdad de su vocación cristiana
Después, vuelto a los padres, catequistas y la comunidad, el celebrante los exhorta con estas o parecidas palabras:
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Les encomendamos en el Señor a estos bautizados, para que los acompañen con su ayuda, con su oración y con su ejemplo.
Súplicas por los elegidos
a) Si hubo inscripción del nombre de catecúmenos para el bautismo, y se les despide después de la inscripción del nombre y la bendición (una opción), los bautizados se quedan en la iglesia y sigue la oración de los fieles.
b) si los candidatos al bautismo permanecen en la celebración, sigue la oración de los fieles con todos presentes. Hágase alguna intención para ellos y otra para los bautizados, así como las intenciones comunes. La oración final puede ser para ambos grupos.
En la oración de los fieles ha de incluirse una intención por estos niños, así como por los catequistas y las familias.
Por los niños bautizados que hoy han sido inscritos para recibir próximamente la Primera Comunión, para que por la oración, la escucha de la Palabra de Dios y la práctica de los mandamientos de Dios, se preparen cada día más para recibir a Cristo, oremos al Señor.
El celebrante, extendiendo las manos sobre los elegidos, concluye las súplicas con esta oración:
http://www.diocesisdecanelones.com/images/botoncruz.JPG" alt="" width="42" height="37" style="max-width: 100%; height: auto; vertical-align: middle; border: 0px;">Oh Dios, que eres creador
y restaurador del género humano,
sé propicio a estos hermanos nuestros
que por el bautismo hiciste renacer como hijos tuyos,
y preparálos para participar de la mesa de la
alianza nueva y eterna,
para que, habiendo sido hechos herederos de la promesa,
se alegren de recibir por la gracia
lo que no se consigue por la naturaleza.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R./ Amén.
O bien esta otra oración “ad libitum”:
Padre amantísimo y todopoderoso,
que quieres instaurar todo en Cristo
y llamas a los hombres a su seguimiento,
dígnate guiar a estos elegidos de la Iglesia
y concédeles que, fieles a la vocación recibida,
merezcan ser trasladados al reino de tu Hijo
y sellados con el Espíritu Santo prometido.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R./ Amén.
Rito para acompañar el tercer domingo de cuaresma
(Este Domingo hay que hacer el primer escrutinio con los candidatos al bautismo-confirmación y eucaristía en la Pascua)
Después del escrutinio, o si éste no tuvo lugar por falta de candidatos, se puede hacer una oración y bendición sobre los bautizados que se preparan para la Primera comunión (también se pueden agregar las intenciones universales de la oración de los fieles, que luego se suprime después del Credo)
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Los que han renacido en el bautismo y se preparan a recibir a Cristo, pónganse de rodillas (o si se prefiere: inclinen profundamente sus cabezas)
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Oremos, hermanos por estos hermanos nuestros, que han nacido a la vida nueva en el Bautismo y que ahora, ayudados de nuestra oración se preparan para recibir el Cuerpo de Cristo.
(silencio)
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Para que él Señor renueve en ellos la fe que recibieron con el agua bautismal, oremos al Señor
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Para que los renueve en el culto al Padre en espíritu y verdad, y así se entreguen a Dios amándolo con todo el corazón, oremos al Señor.
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Para que llevados por el Espíritu Santo, anuncien a los demás a Jesús, el Salvador del mundo, oremos al Señor.
extendiendo las manos sobre los bautizados, concluye las súplicas con esta oración:
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Señor Jesús que abriste el corazón de la Samaritana al don de la fe,
y la llevaste desde los deseos terrenales hacia el amor de Dios:
derrama tu gracia sobre estos hermanos nuestros,
que nacieron a la vida nueva del agua y del Espíritu Santo,
hazlos verdaderos adoradores del Padre en espíritu y verdad,
que busquen conocerte y amarte más plenamente,
para que lleguen a participar dignamente del alimento de tu cuerpo y tu sangre,
y anuncien por todas partes que tú eres el Salvador del mundo.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Rito para acompañar el cuarto domingo de cuaresma
(Este Domingo hay que hacer el segundo escrutinio con los candidatos al bautismo-confirmación y eucaristía en la Pascua)
Después del escrutinio, o si éste no tuvo lugar por falta de candidatos, se puede hacer una oración y bendición sobre los bautizados que se preparan para la Primera comunión (también se pueden agregar las intenciones universales de la oración de los fieles, que luego se suprime después del Credo)
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Los que han renacido en el bautismo y se preparan a recibir a Cristo, pónganse de rodillas (o si se prefiere: inclinen profundamente sus cabezas)
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Oremos, hermanos por estos hermanos nuestros, que han nacido a la vida nueva en el Bautismo y que ahora, ayudados de nuestra oración se preparan para recibir el Cuerpo de Cristo.
(silencio)
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Para que crezca la luz de la fe, en quienes fueron iluminados en el bautismo, oremos al Señor.
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Para que con humildad como el ciego anuncien las gracias que han recibido de Dios, oremos al Señor.
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Para que con la escucha de la Palabra y la oración crean cada vez con mayor fuerza en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, oremos al Señor.
extendiendo las manos sobre los bautizados, concluye las súplicas con esta oración:
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Señor Jesús, que abriste los ojos del ciego de nacimiento, mira bondadoso a estos que son miembros de tu cuerpo, a quienes en el bautismo iluminaste con la gracia de la fe:
dales la luz de tu gracia, para que creyendo en ti, profesen la fe verdadera,
y concédeles que más allá de los sentidos, crean en tu presencia en la Santísima Eucaristía y desean recibirte, para vivir de tu verdad y tu amor.
Tú que vives reinas por los siglos de los siglos.
Rito para acompañar el quinto domingo de cuaresma
(Este Domingo hay que hacer el tercer escrutinio con los candidatos al bautismo-confirmación y eucaristía en la Pascua)
Después del escrutinio, o si éste no tuvo lugar por falta de candidatos, se puede hacer una oración y bendición sobre los bautizados que se preparan para la Primera comunión (también se pueden agregar las intenciones universales de la oración de los fieles, que luego se suprime después del Credo)
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Los que han renacido en el bautismo y se preparan a recibir a Cristo, pónganse de rodillas (o si se prefiere: inclinen profundamente sus cabezas)
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Oremos, hermanos por estos hermanos nuestros, que han nacido a la vida nueva en el Bautismo y que ahora, ayudados de nuestra oración se preparan para recibir el Cuerpo de Cristo.
(silencio)
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Para que quienes en el bautismo renacieron a una vida nueva, tengan esperanza de resucitar con Cristo en su gloria, oremos al Señor.
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Para que vivan como ciudadanos del cielo, que esperan la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro, oremos al Señor.
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Para que se preparen con fe y esperanza a recibir el Cuerpo de Cristo, que es remedio de inmortalidad, oremos al Señor.
extendiendo las manos sobre los bautizados, concluye las súplicas con esta oración:
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Señor Jesús, que llamaste de nuevo a la vida a Lázaro, tu amigo,
y que con tu gloriosa resurrección venciste a la muerte y nos haces partícipes de la vida inmortal:
mira bondadoso a estos hermanos, que por el bautismo uniste a tu muerte y resurrección, y concédeles que, comiendo tu Cuerpo entregado y glorificado, vivan iluminados por la esperanza de la resurrección y la vida eterna junto al Padre.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.